Un esfuerzo sin premio y una derrota cruel para despedir la temporada europea. La Laguna Tenerife perdió este domingo ante el anfitrión AEK de Atenas, en la lucha por el tercer puesto de la Basketball Champions League (73-77). El equipo aurinegro cedió en los últimos segundos ante un rival que fue de menos a más e hizo valer el factor cancha para llevarse la medalla de bronce.
El grupo de Txus Vidorreta, que fue por delante en el marcador hasta el último minuto, se quedó sin recompensa en un reto, donde la falta de acierto en el epílogo privó a los insulares de subir al podio. La irrupción de Prentiss Hubb, con dos triples importantes para enganchar a los suyos al partido; y los últimos minutos de Hunter Hale, encendieron del todo el Sunel Arena para hacer posible la remontada de los griegos.
La buena puesta en escena de los canaristas y el posterior buen trabajo de la segunda unidad quedaron luego eclipsados por los errores en los tiros abiertos, cuando más apretaron los anfitriones.
El choque nació con los aurinegros muy sólidos atrás cerrando bien el rebote en su aro y gozando incluso de segundas opciones en ataque, faceta en la que Gio Shermadini se fajó muy bien (hasta once capturas ofensivas al final del encuentro). Los libres, pese a dejarse alguno por el camino (13/18 al descanso), y dos triples de Thomas Scrubb, situaron a los tinerfeños por delante (10-2).
La escuadra insular movía el balón con criterio y las rotaciones al quinteto titular mantenían el listón, con un Jaime Fernández muy activo y Lluís Costa valiente en las penetraciones. El dominio del rebote (hasta 18 al cierre del primer cuarto, ocho de ellos en la canasta rival) y las virtudes para encontrar buenas situaciones de tiro ampliaban la renta aurinegra hasta los 17 puntos (30-13, 32-15).
Fue ahí cuando llegó la reacción del AEK. La energía de Rayjon Tukcer (doce puntos al intermedio) dinamitaba al recinto olímpico de Ano Liosia y la afición helena comenzaba a apretar de lo lindo desde la grada. Los griegos trataban de apretar el partido, puntero láser incluido sobre los tiradores canaristas y los colegiados. Por ahí, los de Sakota firmaban un parcial de 0-7 e iban a más conforme avanzaban los minutos (32-22).
Los libres de Marce y un oportuno triple de Tim Abromaitis minimizaban daños; y los tinerfeños lograban irse a la pausa once arriba (39-28). Tras el paso por vestuarios, el Canarias mantuvo el tipo (47-34), hasta que el porcentaje desde más allá del arco comenzó a bajar de manera considerable: solo dos triples tras el descanso, ambos en los primeros cinco minutos de la reanudación.
Por el contrario, el AEK ganaba crédito camino del final y sumaba argumentos a su causa, espoleado por un público muy ruidoso. Un 0-7 al inicio del último cuarto (55-48) fue un presagio de que se avecinaba un cierre muy parejo. Y así ocurrió por mucho que La Laguna Tenerife intentara jugar sus bazas. Dos triples de Hubb (63-59 y 65-62) devolvieron ya del todo el partido al alambre.
Los griegos se vinieron arriba y culminaron su remontada ya en el último minuto. Un triple desde la esquina de Hale (71-72) y una canasta posterior de Tucker (71-74) ponían a los insulares contra las cuerdas, por mucho que David Krämer tratara de equilibrar la balanza sin suerte. El esfuerzo canarista por recuperar la delantera se diluyó en los últimos segundos y la victoria acabó sonriendo a los anfitriones (73-77).
Toca aprender de los errores, darle el valor que se merece al camino recorrido hasta la Final Four y levantarse para afrontar un final de temporada con varios desafíos por delante en La Liga Endesa.
-- Pinchar AQUÍ para ver las estadísticas | Fotos de Emilio Cobos (CBC)
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